Jacinto

Dentro de esa cantina se ve una triste alma, de corazón gris y sin guía, un alma que llora aunque no se vean lágrimas, su apariencia es cómo la de una fría noche de invierno, donde el frío se sienten como agujas en los huesos ,su medicina es la sangre de las uvas que salé desde ese receptáculo de una sola oreja, pero de una gran boca, ese que le vomita en el vaso y lo marea, lo distrae y desvía de asumir la culpa...

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